Las 18:00 h. de un jueves por la tarde. 37ºC en Madrid.
Problemas con mi riego.
Posibles soluciones:
- Fuerza bruta (poca fuerza, poco bruta). Solución: ninguna
- Atar una buena cuerda (la cuerda era buena, lo prometo). Solución: ninguna
- Una buena cantidad de cinta aislante (se me acabó el rollo). Solución: ninguna
- Atar un trapo (lo hicieron una vez un par de fontaneros de los de toda la vida en mi casa: les funcionó). Solución: ninguna
- Rezar (la definitiva). Solución: ninguna. No tenemos feeling, ni él conmigo ni yo con él.
Al final: Abrí el grifo, lo miré, lo toqué ligeramente para ver si goteaba. No goteaba. Repetí la operación, seguía igual. Parece que vale.
A la vuelta de las vacaciones contaré las plantas muertas.
Nueva RESEÑA
Hace 4 semanas
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