Acabo de darme cuenta de la labor que hacen los profesores.
Cada vez que me pongo a intentar leer o escribir con mi hija de seis años, me desespero.
Mira para arriba, mira para abajo, pasa las hojas del libro, se queja, se duerme, me llora, tiene mocos, tiene sed, tiene pis, ...
Una empieza tranquila, le promete un premio, le deja usar colores, le busca las palabras más sencillas, las imágenes más bonitas, y al final todos los días lo mismo: bronca.
¿Cómo lo hizo mi madre para enseñar a leer a la vez a una niña de cuatro y otra de tres?
viernes, octubre 06, 2006
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