lunes, marzo 26, 2007

Lunes, muy lunes

Este fin de semana un poco desastre. En realidad no es que me haya pasado nada pero con los espléndidos días que ha hecho no he salido ninguna mañana.

A pesar de que mis hijas son como las gallinas (que se despiertan con el sol) no soy capaz de ponerme las pilas antes de las 11 de la mañana. Ahora bien que mi propio (como dice Elvira Lindo) no consigue ducharse antes de las 13.

Es cierto que hace la comida y yo no pero, incluso cuando lo único que hay que hacer es sacar un taper del congelador, no sale de la cocina hasta eso de las 12:30.

Este sábado además teníamos un invitado: el tío cura. Llegó a las 11:30 y nos pilló en pijama (a los padres, claro). Me encanta este hombre. Si dice que llega a una hora no se pasa ni un minuto, se va a la calle con las niñas, come, se toma el café y cuando dan las 17:30 se levanta del sofá y se marcha. Así que es el invitado perfecto no tienes ni qué pensar de qué vas a hablar con él porque no deja margen.

Así que con la escusa del invitado, y de una masa quebrada congelada que se nos había caducado, me puse a hacer una tarta. Lo mejor: que me quedó muy bonita, a pesar de que las natillas no cuajaban, que al echarlas líquidas se empezaron a salir del molde y que al estar calientes la masa de los bordes se derrumbó para dentro. Lo peor: que el tío es diabético (y nosotros no lo sabíamos) y que como ni mis hijas ni mi marido le hacen ninguna gracia a estas cosas me la acabaré de comer yo ¡Por favor que me quiero quitar dos kilos de encima y no lo consigo!

Todo esto el sábado y el domingo una de plancha. Tuvimos a las niñas sin salir de casa (bueno si, se dieron unas carreritas por la terraza) ¡Es que con esto del cambio horario se nos trastocó el asunto!

Bueno, junto con la plancha me vi los dos primeros capítulos de Norte y Sur (¡No me llaméis hortera! ¡Que no es la serie americana esa en la que salía Patrick Swayce, o como quiera que se llame!). Es una serie de la BBC del año 2004 ambientada en una ciudad industrial en el norte de Inglaterra a finales del siglo XIX. Estupendamente filmada y ambientada. Con chico guapo, por supuesto, y relación amor/odio que acaba bien. Así contada parece un poco ñoña pero, sinceramente, para los que tengáis ocasión, merece la pena.

Como en estas situaciones una se queda siempre con ganas, a la noche tocaron los otros dos capítulos que faltaban. La verdad es que a veces me siento un poco simple porque a mí esto de los amores atormentados me va bastante. Ahora, me consuelo cuando C. se sienta a mi lado y se engancha también.

Volvamos a la realidad: Informe de .... y previsiones. Para ya y que quede bonito.

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