Últimamente me descubro encantada de pararme por la calle a charlar con gente conocida. Lo que más me sorprende es el hecho de que me sorprenda.
Yo soy de un barrio en el que, hasta ahora, todo el mundo se conocía y todo el mundo conocía los habatares de los hijos de los vecinos. Una iba a la compra y se paraba varias veces por el camino para hablar del precio de los melocotones o de la hora del funeral del vecino del tercero izquierda del portal de enfrente.
Cuando sonaba el timbre podía ser la vecina que te avisaba de que se había puesto a llover y tú tenías la ropa colgada. Ahora cada vez que suena el timbre de mi casa es, una de dos, o porque el niño de los vecinos ha tocado el timbre o porque alguien se ha equivocado de timbre.
No quiero ponerme a reflexionar sobre el tipo de vida que llevamos, sobre la inhumanización de la vida moderna, sobre lo que les pasa a miles de personas que viven solas, ... pero ... ¡Vamos un asco!
Lo siento, es viernes.
ENTREVISTA:
Hace 59 minutos
3 comentarios:
((((((((Como C. ya te habrá dicho, avatares es sin h y con b)))))))))
Muchas gracias. Me ha entrado la duda y con las prisas no lo he corregido.
Ana.
Me gusta más cuando me alegras el día, en vez de deprimírmelo, C. y yo ya nos hemos deprimida bastante viendo que no tenemos ni un miserable número de la primi. Una que vive sola pero que anda bastante bien acompañada (o eso creo)
Publicar un comentario