miércoles, noviembre 11, 2009

Debo ser yo...

Debo ser yo que no sé ser feliz.

No es la primera vez que me pasa que después de una situación divertida, emotiva y cariñosa en vez de sentirme contenta, completa y pletórica, me entra una especie de morriña y me invade la melancolía de lo que pudo haber sido y no fue.

Así me siento ahora.

Llevo dos días dándole vueltas a la cabeza a lo que dije y no debería haber dicho, a lo que no dije y debería haber comentado; y recordado a las personas con las que hablé, con las que no hablé y con las que debería haber hablado más. Me descubro analizando mis gestos, mis sonrisas y mis palabras. Y al final, me siento triste.

Sobre todo por lo que perdimos por el camino.

4 comentarios:

Victoria Rodríguez dijo...

Te entiedo muy bien, Ana. Las cosas que se quedaron en el camino a veces son puñeteras y nos llenan de melancolía.
No te apures, habrá más ocasiones para recuperarlas.

Besos

Érika Gael dijo...

Pues aunque parezca mentira, puesto que yo era una de las que iba con más ganas de prenderle fuego a todo y todos (incluida yo misma), desde q me subí en el tren el domingo por la tarde tengo la misma sensación...
Supongo que a esto es a lo que se le llama "adaptación".

Ángeles Ibirika dijo...

No ocupéis vuestra mente con lo que podía haber sido. Mejor llenarla con lo que es y lo que será. Yo he aprendido a hacerlo con los años. Vosotras aún tenéis poquitos. Ya os llegará.

Ana Iturgaiz dijo...

Victoria, Carla, me siento acompañada. Gracias.

Ángeles, estoy por poner un cartel en casa con tu consejo. De lo mejor que he oído últimamente. El problema es aplicarlo. Habrá que aplicarse.

Un beso.

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