Creo que todo el mundo funcionamos por prejuicios.
Siempre que aparece una persona o una situación nueva nos hacemos una idea preconcebida que después hay que ser muy sincero con uno mismo para cambiar.
Tengo una amiga que acierta de todas todas. Cuando decide que una persona es xxxx siempre acierta. ¡Qué suerte!
A mí me engañan siempre. Eso sí, como me haga una idea de la persona en cuestión me cuesta desembarazarme de ella y, además, se me nota. Soy la más borde o la más simpática en función de cómo me caiga esa persona.
A veces hasta he dejado pasar alguna oportunidad por prejuicios.
Lo peor de todo es que cuando lo pienso bien soy consciente de lo injusta que soy pero me da bastante pereza esforzarme por ser un poquito más justa con la gente.
Los amigos amigos están más que fuera de duda (son muchos años y muchas lágrimas) y el trato con el resto de la gente es muy superficial: ya sabéis personas del trabajo y, últimamente, otras madres del colegio de mis hijas.
Así que a veces hasta me divierto haciendo comentarios jocosos de la gente......... ¡Ahora me siento pérfida!
Nueva RESEÑA
Hace 4 semanas
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