A veces pienso que es mejor vivir en la ignorancia. Uno siempre puede hacerse la ilusión de que las cosas no son como son en realidad sino como uno quiere que sean.
He puesto un contador de estadísticas en este blog ¡Oh, error! y descubro con horror, alegría, decepción y entusiasmo que entre ayer y hoy únicamente lo he consultado yo.
Entono un mea culpa por no saber mantener la fidelidad de la gente, al fin y al cabo unos párrafos cada semana no da para que una persona coja la costumbre de consultarlo todos los días ¿Cómo lo hace la gente que escribe varias veces al día? Siempre pienso que deben ser desempleados.
Entono un mea culpa por no saber mantener la atención de la gente, al fin y al cabo una tiene una vida vulgar y similar a la de millones de personas y no suele tener grandes azañas que contar.
¿De qué hablo? Del trabajo, me aburre el tema. De mis hijas, me siento como una ñoña. De mis aficiones, únicamente me dedico a la lectura.
viernes, febrero 23, 2007
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2 comentarios:
aunque a mí no me vaya mucho el tema, me parece que también te dedicas a la jardinería y a ver al colega de bricomanía (je,je). Podemos montar un club para buscar diferentes temas de los que hablar. Si quieres lo discutimos mientras degustamos unas Almejas.
Yo creo que tenemos el "mal del trabajo": consiste en que uno sólo está pensando en librarse del trabajo, pero mientras tanto, deja que éste le absorba todo su tiempo, pensamientos, ... y energías. Sólo se libran los recursos (tiempo, pensamientos, ... y energías) que uno tiene que dedicar a otros "temas de supervivencia", que, como cosas imprescindibles que son para cada uno de nosotros, se hacen un hueco a la fuerza.
Afortunadamente, tenemos varios "temas de supervivencia”, que nos impiden que nuestra enfermedad o “mal del trabajo” sea irreversible:
- la familia (especialmente l@s niñ@s)
- los amigos (a los que dedicamos menos tiempo del debido)
- los libros (aunque sea en ratos muertos)
- las plantas (aunque a veces parezcan abandonadas)
- la casa en general (normalmente es más un castigo que un alivio)
- ...
Definitivamente, creo que es una suerte tener esos “temas de supervivencia”, especialmente aquellos que son fruto de elecciones personales, como los hijos y los libros (y también los amigos, que, algunas veces, son familia además). Nuestra apuesta debería ser dedicarle cada vez más de nuestro tiempo, pensamientos, ... y energías a esas cosas y robárselos al trabajo, al que le dedicamos mucho más espacio en nuestro cerebro del que se merece. Quizá es difícil robarle tiempo, pero pensamientos, ... y energías, es posible.
Seguro que luego tendríamos cosas más divertidas y variadas para contar.
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