¿Cómo se pasa de mera espectadora a protagonista de una historia o mejor a ser la mano ejecutora de las cosas? Siempre que me entusiasmo por alguna cosa, ésta me dura una temporada más o menos larga pero al final se me pasa.
Me ha pasado con bastantes cuestiones:
- punto de cruz (tengo parado un mantel desde hace dos años. Es para una amiga ¡menos mal que ella no lo sabe!)
- leer afanosamente (el año pasado me leí más de 100 libros. Reconozco que había días que me dolían los ojos)
- plantas (cuando comenzamos a comprar plantas para la terraza me bajé de internet información sobre ellas: reproducción, cuidados, etc. Ahora casi se cuidan solas. Si se mueren mala suerte).
- cocina (tuve una temporada en la que hacía magdalenas con mis hijas). Ahora me limito a grabar y ver a Eva Arguiñano.
Mi mayor afán en este momento: vivir en una casita en el campo con jardín y dedicarme a hacer mermeladas.
Hasta hace una temporada yo decía que no dejaría nunca de trabajar ¿para qué había estudiado? ¿Qué iba a hacer sino? Ahora no pienso igual. Me derrito del gusto de pensar en que me podría levantar por la mañana y salir a mi jardín a desayunar en vez de meterme en el metro.
Después se me cae la realidad encima: oficina, vida en la ciudad, prisas, circulación, coches, contaminación ¡Yo no quería estar aquí!
Menos mal que a veces me compensa mi terraza, los paseos con mis hijas y los libros (también algunas películas).
Y claro, vosotros.
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