miércoles, abril 25, 2007

Incompresión

Se me hace un poquito difícil entender a la gente a la que aparentemente la vida no les ha tratado mal pero que en general llevan su vida angustiosamente.

Tengo en mi familia varios casos de personas con la vida solucionada y sin problemas aparentes (ni de salud ni de dinero ni de amor) pero que llevan varios años con depresión, ansiedad o como quiera que los médicos lo llamen hoy en día.

Yo, por ahora, soy una persona que los problemas los focalizo en algo en concreto: los peremnes piojos de mi hija la pequeña, los estudios de la mayor, mis problemas con mi dentadura, una reunión con los jefes (o los clientes), los problemas de salud de mi suegra, ... No sé pequeñas cosas cotidianas.

Cuando participo en una conversación sobre el tema de la depresión me siento bastante bruja porque me escucho a mí misma quitarle hierro al asunto y sé que para ellos y las personas que están cerca de ellos es una enfermedad y lo pasan mal (tanto unos como otros). Ahora bien, a mí no se me ocurre otra cosa que decir: que no es para tanto, alégrate por esto o lo otro, sal, entretente, ... y sé que es algo que no pueden remediar.

Me exaspero porque me da la impresión de que no hacen nada para salir de su apatía pero también soy consciente de que no es fácil.

Para psicologa no valgo ¡menos mal que estudié historia!

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