¡Cambios, cambios, cambios, cambios!
Entramos en una dinámica circular y el que estaba aquí, ahora está allí, allá o acullá. ¿Será mejor en la silla roja? ¿qué os parece la azul? ¡Es que el verde no me gusta! Pues, entonces, cámbiate hombre. ¡Me quiero ir a mi casa con mi mamá! Otra vez éste quejándose ¡pobre! pues que se vaya a su casa. Total tenemos unos pocos para barajar y todos valen los mismo, o nada (esto lo digo yo).
Tantos cambios, vueltas y revueltas que ayer cuando me iba a mi casa tenía un espiral en la cabeza y lo peor es que todavía está por ver quién me manda a mí.
¡Rezad!
Nueva RESEÑA
Hace 4 semanas
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