domingo, octubre 25, 2009

Profesionales

La gente funciona como funciona, normalmente mal, deprisa y a destiempo. Y sólo cuando y porque le mandan. Un aburrimiento, vamos.

Que estas cosas las haga mi hija de 9 años, pase, que sea la costumbre de los veinteañeros, recién-salidos-de-la-universidad, mal, pero acaban de salir del nido* (ejem. habría que verlos, seguro que algunos han hecho y han vivido más de lo que yo haré en los próximos veinte años), pero que lo hagan los supuestos profesionales de este país, sean del perfil que sean y tengan el puesto que tengan, ni lo entiendo ni quiero hacerlo.

Y lo malo no es que su trabajo salga mejor o peor, sino que todos ellos son los padres y las madres de los dirigentes políticos, los presidentes de clubes de futbol, los banqueros, los jueces, los médicos, los… del futuro.

¡Un asco!

*¡Carla, no me mates!


4 comentarios:

Doña María dijo...

Querida Ana,
estoy totalmente de acuerdo contigo. Mis tres nietas son un buen ejemplo de ello. Por suerte para las generaciones venideras, las probabilidades de que se reproduzcan son escasas. Doy gracias a Dios por ello.

Ana Iturgaiz dijo...

Querida Doña María:

Estoy segura que, en la remota ilusión de que sus nietas les diera por reproducirse, conseguirían muchos mejores resultados que los grandes gurús que mueven la economía de este país. ¡No le digo nada de los que no la mueven!

Érika Gael dijo...

No te mato, hija mía, no te mato. Si cada vez que pienso en lo que me espera me dan ganas de dar la vuelta y volver a la plastilina y los punzones...

Ana Iturgaiz dijo...

No es por desanimar, Carla, pero no le veo mucha solución.

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