Graham Dalton

Leo esta mañana una noticia de que Graham Dalton (acordaros del nombre, la persona lo merece) ha finalizado la vuelta al mundo de vela después de 8 meses de navegación en solitario.

No os voy a contar todas sus supuestas vicisitudes (las buscáis por internet). Me quito el sombrero. Me quito el sombrero ante un hombre que se encara de frente y solo con sus miedos, ilusiones, ambiciones, penas, conciencia, ....

¿Qué hacemos los demás? Ahora me da vergüenza confesar mis neuras para enfrentarme a las tonterías diarias. Esas que de vez en cuando os cuento: los piojos de mis hijas (que por cierto han vuelto acampar en su cabeza), que la niña no come, que la niña no caga, que me aburro en el trabajo, que qué comida hago hoy, o la neura del día ¿cuándo me voy de vacaciones? Pero ¿qué mas da cuando me vaya? ¿qué más me da el 1, que el 2, que el 3 y la vuelta el 26, 27 o 28? ¿qué más me da?

Me imagino a este hombre sólo, en medio del mar, de noche, con viento, lluvia, olas de tropecientos metros, sin dormir, pensando que se va a morir en cualquier momento, debajo de un sol abrasador, aterrado.

Después me imagino a mí misma y no me gusta lo que veo.