¡Soy idiota! Me he cargado mi e-book por el procedimiento de tenerlo en el bolso/mochila y apoyarme sobre él. Se ha estropeado la pantalla y ahora no se lee en parte de ella.
Y como os podéis imaginar me han dicho que en casos de “mal uso” la garantía no lo cubre (a pesar de que yo he jurado y perjurado que no me consta que le haya pasado nada). También he tenido la feliz idea de llamar a mi cuñado, que es agente de seguros, para preguntarle si por una casualidad de las casualidades el seguro de la casa cubre la rotura de los aparatos de casa (estoy harta de escuchar a gente que da partes al seguro de todo lo que le pasa). Respuesta: nothing de nothing.
¡Mierda, mierda, mierda y mierda!
Mi madre me diría: “Así aprendes para la próxima vez” pero yo se que no, que de esta no aprendo. Que soy así de desastre y que nunca calculo las consecuencias de estas tonterías.
Así que llevo un buen rato intentando consolarme con cosas como “menos mal que Hacienda ya me ha realizado la devolución”, “este año no me he comprado mucha ropa”, etc, etc, etc. Pero en el fondo me siento fatal porque sé que únicamente ha sido culpa mía. Una pasta tirada a la basura.
ENTREVISTA:
Hace 28 minutos
1 comentario:
Lo siento mucho. Te diré la verdad, a mi me pasan cosas de esas con cierta frecuencia... no es consuelo, pero no se me ocurre otra cosa.
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