Ahora que han llegado los calores, y la casa de una servidora a las cuatro de la tarde es el infierno en ebullición, vuelvo a plantearme la misma pregunta de todos los años ¿por qué la gente tiene tanto afán por marcharse al sur a pasar calor?
Ya sé que no es lo mismo el calor valenciano, murciano, almeriense o catalán, por poner un ejemplo, que el calor valenciano, murciano, almeriense o catalán a la orilla del mar. ¡Vale! Acepto pulpo, pero ¿qué me decís de las sofocantes noches valencianas, murcianas, almerienses o catalanas?
Con lo relajante que resulta que lleguen las nueve de la noche y una se tenga que poner una rebequita para combatir el fresco de la noche, ¡umm!
¡Está visto que no conseguiremos comprendernos!
Nueva RESEÑA
Hace 3 semanas
1 comentario:
Tienes razón. Y fíjate yo que voy desde Holanda. Antes por los niños: había que esperar las vacaciones, pero ahora ya se ha convertido en rutina... Y sin embargo ... está tan animado todo en verano, y sobre todo ... ¡la playa, que me encanta! aunque ya no tengo ese interés en hacer compañía al sol todo el día. Un abrazo.
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