Me pasa siempre. Me emociono con una cosa, me pongo a ello con mucho afán y cuando tengo medio trabajo hecho, se me pincha una rueda y a partir de ahí, me desfondo.
Así que puedo limpiar los armarios del baño a conciencia y dejar la bañera sin hacer, bordar un mantel y veinte años después estar todavía con las servilletas a medio hacer, cortar un disfraz de mariquita para mi hija pequeña un mes antes de los carnavales y no coserlo hasta la noche anterior, conseguir una tela para unas cortinas y guardarla en el armario varios años seguidos (no es broma), barnizar casi todos los muebles de la terraza en una tarde y dejar las dos restantes para el año siguiente o apuntarme a un curso on-line y no conectarme nunca.
Menos mal que a veces consigo superar mi poca, y cada vez más mermada, fuerza de voluntad y me embarco en algunos berenjenales que finalizo y de los que acabo saliendo más o menos airosa. Entre mis logros personales a largo plazo: aprender a conducir (esto fue más bien un milagro), mantener amistades duraderas, mis hijas (aquí uno no lo le queda más remedio que echarle un par de hue... al asunto) y, el último y del que estoy especialmente orgullosa, no tanto por el resultado sino por el esfuerzo realizado, escribir un libro.
Ahora, os confieso que para la labor de corrección tengo a un enanito saltarín que me dice desde el otro lado de la ADSL: ¡Se te acaba el plazo! ¡Se te acaba el plazo! ¡Se te acaba el plazo!
Nueva RESEÑA
Hace 2 semanas
4 comentarios:
¿Eres consciente de que ese rasgo de tu personalidad sería perfecto para la protagonista de una novela?
Y por cierto, ¿tu enanito lleva barba y tiene acento andaluz? Porque al otro lado de mi ADSL hay uno así, que me manda emails que ponen mi mundo patas arriba antes de haberme lavado la cara por las mañanas.
Pues me da la impresión de que se parece bastante al tuyo.
Pues yo empiezo a echar de menos a ese enanito saltarín, jajaja
Ana, seguro que tu novela está muy bien y después de la corrección te quedará genial.
Saludos al enanito y a sus multiples clones.
Besitos.
No te quejes que si no fuera por el enanito oculto en el ciberespacio, no pegaríamos ni sello... al menos yo, que me conozco y sólo trabajo bajo presión extrema....
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